El CCTV (acrónimo en inglés de Closed Circuit Television) se compone de cámaras de video de alta calidad que se instalan en áreas estratégicas de la empresa, como en las entradas, los pasillos, los estacionamientos y otros lugares donde se requiere seguridad. Estas cámaras están conectadas a un sistema de grabación de video, que permite el almacenamiento de las imágenes y la recuperación de las mismas en caso de ser necesario.

El sistema de monitoreo de CCTV puede ser centralizado o descentralizado, según la necesidad de la empresa. En un sistema centralizado, las imágenes de las cámaras se envían a una sala de control donde un equipo de seguridad monitorea las imágenes en tiempo real. En un sistema descentralizado, las imágenes se pueden ver en múltiples monitores en diferentes áreas de la empresa.

El CCTV también puede incluir características de inteligencia artificial y análisis de video para mejorar la eficacia del sistema de seguridad. Por ejemplo, se pueden configurar alertas para detectar movimiento inusual o comportamiento sospechoso y enviar notificaciones al personal de seguridad.

En resumen, el CCTV es una solución de seguridad basada en cámaras de video y sistemas de monitoreo que se utiliza en una empresa para proteger y monitorear la propiedad y proporcionar un entorno seguro para los empleados y visitantes.